¡Qué te digo... querida amiga!.
a veces la vida da esos palos,
pero los poetas usan poemas
para vencerlos.
Me ha llegado muy profundo.
Quiero mitigarlo con mi amistad.
María.
La palabra en la voz gruesa
o la crueldad al pronunciarla
jamás se olvida, siempre
deja huella...
pero al versar
cada línea
cada hiriente
cada eco que retumba
en su forma sensible
la conduce en una balsa
que va de día
y de noche regresa
en otra forma
muy profundos versos
abrazos amiga bella
saludos desde mi valle
Así es amiga mia, los sufrimientos de la vida
hacen sabias a las personas,
nos dan la experiencia de poder
definirnos y dejar que el tiempo
olvide la mala fruta.
Un beso.
Isa.
¡Ya está... ya lo dijiste! no lo quisiera
oir, pero no quien lo impidiera,
más tu sola has sido quien rompiera
con la luz que el destino impusiera.
Lo entenderé no tengas dudas,
pues bien sé que las palabras
duelen, hieren...visiones macabras,
ardor punzante, golpeando rudas.
Entraré a olvidar, curaré la herida
de esta oscuridad en memoria,
seré corazón en pena sumergida.
Tu voz...aún siento que retumba,
despiadada cual silente agonia
incluyendo el frío de una tumba.
Antonia.
... está sabiamente comprobado, Antoñita, amiga, que sólo´, sólo el PERDÓN, así, con mayúsculas, es el bálsamo definitivo para el cese del dolor, no para el olvido mismo, pues pasará a ser un recuerdo sin dolor; por tanto, querida amiga, recuerda al Cristo, pídele ese pequeño favor para el corazón, Él sabe y tiene más que nadie en el suyo; mis cariños sinceros; cuídese usted; Orión