poder tenerte en sus brazos,
dándote tiernos abrazos.
¡Es cómica la historieta!
Mueve al azar la veleta
el aire en su movimiento.
Según como sople el viento,
pues por el mismo se rige.
Luego, cambia y se dirige
hacia el punto del tormento.
¡Qué voz tan dulce, con tino,
la que al llamarte he escuchado!
¿Puede ser que acaso el Hado
te cruzase en mi camino?
¿Serás quizás el destino
que el corazón triste anhela?
Lo ignoro, mas me camela
ese afán nuevo y la calma
que has inspirado a este alma
en su amarga duermevela.
Mañana será otro día
y espero, cuando despierte,
tener la tremenda suerte
de escuchar tu melodía.
Quiero ser tuyo y tu mía
por más que existan barreras.
Todo depende que quieras
dar la salud al enfermo.
Yo soñaré y, mientras duermo,
veremos si vas de veras.