EL ABRAZO DEL ASOMBRO - MUSA

[ERNESTO WÜRTH]

[center]EL ABRAZO DEL ASOMBRO.

Musa. REV: I

trazo rayos, espectros, en mi tela,
amarillos, azules… rojos… vida,
se nubló, con mi alma muy desvaida,
así penetra luz, a mi novela


descubrí mis anhelos, es gacela
y me fija sus ojos , se me anida
y su tarot me turba, me intimida,
ausculta lo imposible, me cincela


¿por que estoy confundido? soy secuela
de una mirada nueva cual verbena
un rictus nunca visto, mi azucena,
interrogante: ¿esa voz flagela?
¡sí,! me ata lo viable, rio a capela
manos suaves tan blancas, maternales,
y un hálito libó mis lagrimales
visitando una nube nueva, muda,
llena con agua, vida, muy desnuda
cual síndrome fugaz de catedrales

[/center]

_________________

[Esther Luscinda Melcón]

Estás enamorado del amor, confundido
de sentirlo y querer darlo a manos llenas,
eres un amor Ernesto, tu lo pintas con
tus pinceles...Un besito
Esther Luscinda

[ERNESTO WÜRTH]

ESTHER, gracias por comentar. Probablemente tengas razón, ni yo puedo decirtelo con seguridad. Mer agradaría me dijeras si esta correcto el mensaje como MUSA. ES PRIMER VEZ QUE LO HAGO, lo encuentro hermoso pero no estoy seguro si cimpli con las reglas metricas etc. besitos ernesto

[Antonia Pérez Garcí­a]

Estimado Ernesto...el tema utilizado es precioso
y perfectamente encauzado. Esther lo ha dicho todo,
Un abrazo de Antonia. (ponga su foto)

[ERNESTO WÜRTH]

ANTONIA. le pido disculpas, ya que el poema enviado originalmente, contiene varios errores de métrica, y les pido reemplazarlo por el siguiente, revisado, no sé como borra el enviado antes, a ver si uds. pueden hacerlo, quedando asi:

[center]EL ABRAZO DEL ASOMBRO.

Musa. REV: I

trazo rayos, espectros, en mi tela,
amarillos, azules rojos vida se nubló,
con mi alma muy desvaida,
así penetra luz, a mi novela
,


descubrí­ mis anhelos, es gacela
y me fija sus ojos , se me anida
y su tarot me turba, me intimida,
ausculta lo imposible, me cincela


¿por que estoy confundido? soy secuela
de una mirada nueva cual verbena
un rictus nunca visto, mi azucena,
interrogante: ¿esa voz flagela?
¡sí­,! me ata lo viable, rio a capela
manos suaves tan blancas, maternales,
y un hálito libó mis lagrimales
visitando una nube nueva, muda,
llena con agua, vida, muy desnuda
cual sí­ndrome fugaz de catedrales[/center]