en que juntos bebimos las botellas
retornar bien quisiera. Mas aquellas
no podrán, ya jamás, nunca volver.
Te marchaste. ¿Y adónde fue tu ser?
Para ti ya no lucen las estrellas
como entonces, en brazos de las bellas.
Juergas, risas y besos de mujer.
Juventud que perdimos torpemente…
De lo cual, y es verdad, no me arrepiento.
Añoranzas de entonces, que en mi mente
han dejado un profundo sentimiento.
Pobre Juan, que te fuiste precozmente…
¡No te olvido, mi amigo, ni un momento!