Callado está el poeta...

[Francisco Escobar Bravo]

Callado está el poeta. Está pensando
en cuánta es la maldad en este mundo.
Su ceño está fruncido y, furibundo,
al Buen Señor pregunta que hasta cuándo

habrá tantos gañanes en el mando,
impuestos al albur. Y lo segundo
que quiere conocer es más profundo:
¿Por qué razón oculta están mandando?

La vida es totalmente una injusticia,
que pone en el Poder a los más leños;
que saben la ocasión pronta y propicia

a tiempo aprovechar y hacerse dueños
del bien de los demás con avaricia,
dejándoles gozar tan sólo en sueños.

¡Demasiado pequeños
del hombre son la mente y la cordura!
No entiende la Divina travesura.

[Antonia Pérez Garcí­a]

¡Hola don Francisco!...Si secalla el poeta, callarán los rí­os, el eco de
las montañas, callarán los pájaros sus trinos y seremos tortugas
innecesariamente.
Un abrazo de Antonia.

[Francisco Escobar Bravo]

Hay veces en que el poeta debe callar para meditar, querida Antonia.
Meditar en tantos males como existen en el mundo; tantas guerras y hambre, miserias, tiraní­as y abusos de poder.
Este soneto lo escribí­, particularmente, para mi amigo el gran poeta chileno Jaime Correa a quien usted ya conoce por sus escritos, al estar atravesando su paí­s tan duros momentos. Y ceo haber plasmado en él cuanto mi alma siente ante tanta maldad humana como hay.
Gracias por su comentario, amiga mía.
Besos.
Paco