Coplillas a un timador

[Francisco Escobar Bravo]

En la mañana de ayer, un individuo quiso hacerme objeto de un timo. La historia es larga de contar, así­ que he resumido la misma y mi actuación en estos versos:

Ladrón, que quieres timarme,
¡márchate con viento fresco!
Porque al hijo de mi madre
no se la das tú con queso.

Por el hecho de ser joven
te piensas que eres más listo,
pero aquél que a mí­ me robe
tendrá que andarse muy vivo.

Pues si ni un pelo de tonto
piensas que tienes, yo canas
peino ya de no hace poco.
E, incluso, hasta en la misma calva.

Vete a engañar a tu padre,
si sabes dónde se encuentra;
raro será que lo halles,
ni tu madre lo recuerda.

¡Malditos los timadores
que al pobre roban y esquilman!
Con recia vara de roble
les medí­a las costillas.

[Antonia Pérez Garcí­a]

¡Hola don Paco!...buen soneto, pobre timador...no lo deja usted trabajar,
en fin...cada dí­a hay más de esta gente,
un abrazo de Antonia.

[Francisco Escobar Bravo]

Así­ es, Doña Antonia.
Pero estos infelices se la juegan por 1,50 ‚¬ mientras que los hay en la calle con millones robados. Le sugiero lea usted la revista TIEMPO del viernes y la historia del tal Antonio Camacho, el de Gestcartera.
No me dan comisión por recomendar la revista, que conste.
Pero por 3 ‚¬ le regalan a usted una buena pelí­cula en DVD y el contenido de la publicación no es malo. Le advierto que yo suelo comprarla por el DVD la mayorí­a de las veces. La revista, muchas veces ni la leo.
Gracias y saludos cordiales.
Paco