sus restos de cerosas alas azules
son insignificantes, vaporosas sin peso,
vagan ideas cantan sus letras,
van en pos de si mismas buscando algo,
y levanto mis dedos
y pido la palabra,
enmudeciendo labios al verte,
¿puede un rito gritar y mutar todo?
no es que me falte tema sin síndrome habitarlo,
a veces mis abejas comen las hormigas
y la miel se transforma en albedrío,
en cuento sin poesía ni final,
y camino apurado sobre mis propias huellas
y desparramo ideas, síndromes, vocablos,
a la sombra de tristes arbustos de nácar,
como teclas de piano,
soplando serenatas.