Oscura Partida

[Orlando Santana Cabrera]

(A una de allí, a otra de allá.
Salen mis versos sin encontrar un destino)

De la dicha a la tristeza no hay más que un paso.
Mientras silban los mirlos, me arden las palabras.

Ciruelas agridulces para el lento camino, agua
sin aliento, almendras de hiel para la boca amarga.

En el crepúsculo he dado un salto sin retorno.
De noche mastico el fruto de la nostalgia.

Los murciélagos giran en mis ojos al recordarte.
Al aire lo quiebran profundas campanadas.

La soledad cuaja estrellas diminutas
entre las que titila tu nombre de redonda distancia.

¡Me pierdo en un mundo de cosas que se hunden
bajo un oleaje azul de agobiantes esperanzas!

Todo es chispa de luna, destellos, lejanía.
¡brazos a la deriva en la inmensidad de la nada!

¡Ah lágrimas de cristal en los encendidos almendros,
mas quiero llegar a las olas, a sus espirales blancas!

¡Las algas que el mar deposita en la arena
me traen la salina fragancia que emanabas!

¡Es hora de partir calladamente, sin esos ecos blancos
que después son furiosos remolinos en el alma!

[Antonia Pérez Garcí­a]

¡Hola Orlando!...25 día de NAVIDAD, Sencillamente precioso el poema
un deleite leerlo.
Un saludo de Antonia.

[Orlando Santana Cabrera]

¡Hola Orlando!...25 día de NAVIDAD, Sencillamente precioso el poema
un deleite leerlo.
Un saludo de Antonia.

Gracias, queridí­sima amiga, el deleite es mí­o por haberme leído tú. Que seas siempre feliz. Un beso. Or.