el fuego de la danza continúa,
crepita intensamente, soledades,
y cielos apagados, boquiabiertas
las llamas rojas, negras, tal mis rosas
con sus pétalos bailan frenéticos
lamiendo el aire tuercen los ocasos
cual bailes retorcidos en siluetas
famélicas y tiesas son sus mentes
elefantes, camellos, con sus cuerpos
absortos, paraísos negros sin luz
tan llenos de plegarias, sin ideas,
con tsunamis, platónicos espejos
mas rayos y relámpagos, tronando,
sutilezas apagan estrambotes
es la vida que pasa tan callando
cual velero empujado por el viento
es silencio con gritos, realismos,
etapas inconclusas, coloridas
ilusiones sembradas en las aguas
cuyas olas les traen sus recuerdos
el bien y el mal formando un hemistiquio