FANÁTICO
¡Dicen que soy de ti un fanático!
¿Fanático yo? No, qué va, solo lo óptimo.
Si mi nombre y tu nombre son sinónimos,
si nuestros cuerpos son convexo y cóncavo,
si nos brindamos un amor recíproco,
un cariño tan grande que es altísimo.
¿Fanático yo? ¡Será que usan el término!
Si metido estoy contigo hasta el tuétano,
porque a tu lado no puedo estar estático.
Tu eres más que caramelo, eres dulcísima.
Tu eres la más bella, estás espléndida.
Tu eres mi mujer... la mejor fémina.
¿Fanático? ¡Será una cualidad implícita!
Si solo soy contigo en besos pródigo,
vivo flotando en sensación eufórica,
que de a ratos se vuelve algo íntima,
levantando mi estado actual de ánimo,
que me hace sentir de ti un maniático.
¿Fanático yo? Si eres lo máximo.
Será porque me inspiras lo romántico.
Tu eres mi bella flor, y yo el almácigo.
Eres la música y yo la filarmónica.
Eres poesía y nuestro hogar la página
donde escribimos nuestra historia máxima.
¿Fanático? Ja ja. ¿No será exageradísimo?
¡Si el mío solo es un amor volcánico!
Y te lo digo por vez diezmillonésima:
No me interesa lo que piensen en lo mínimo.
Lo que siento yo por ti está clarísimo,
y ¿qué me importa que me tilden de fanático?
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©Derechos de autor reservados por Rubén Sada.
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