
TIENE DOS NOMBRES III
¡El manglar es verde en la distancia!
Me decías… ¡Hermoso! Sí, es hermoso…
cuado se dibuja reflejado en el azul del mar…
Entonces yo rompía la alcancía de mis palabras:
Las rosas son sólo el bosquejo
que pintaba con su piel el viento
que entra distraído en el manglar…
porque las rosas son flor de cementerio
y los cangrejos, flores de arena
que bañan las olas y las espumas del mar.
Tus pies, desnudos, son flor en la humedad.
Los matices gigantes de los espacios abiertos
son rizos inmensos de luz, que atrevidos
desprenden las sombras de las ramas torcidas
que amanecen pegadas al dolor de mi voz;
al pálido rubor que señaló el silencio
donde se partió la última palabra.
Hoy en donde estoy… es gris… y sofocante.
¡Un medio día que encapota la oscura noche!
La noche vendrá otra vez
otra vez se juntará a mi voz
Tus pies, desnudos, aún son flores de humedad
las rosas, serán sólo el bosquejo que pinta con su piel
el viento distraído que se hospeda en el manglar
porque las rosas… las rosas son flor de cementerio
y aquí, sólo torcidos árboles que nos quisieron dar
el madero conque levanté la cruz…
que lleva nuestros nombres…
Y espero…
Gallnet
Gracias por leerme.