En el asesinato de Isaías Carrasco - 2

[Francisco Escobar Bravo]

A Isaías lo mataron
porque blanco fácil era.
Las manos tintas en sangre,
huye el “héroe” a la carrera.

El cuerpo queda tendido,
desmadejado, en la acera.
Llora su hija aterrada.
Y con ella, España entera.

¡Asesinos y cobardes,
mienten de forma rastrera
diciendo que son gudaris!
Mas usan otra bandera.

El pueblo vasco, valiente,
nunca fue de esa manera;
siempre luchó cara a cara,
nunca pecó de insincera.

Ayer le tocó a Carrasco.
Mañana muere cualquiera
que no comulgue con esos
hijos de chulo y ramera.

¿Hasta cuándo, Virgen Santa
ha de seguir la ceguera
de jugar al mus con ellos?
¿La mesa? ¡Una calavera!

[Antonia Pérez Garcí­a]

Bueno don Francisco, aquí­ nos cambia la suerte...¡Qué desgracia!..
ya no valen ni las palabras, sólo los malos pensamientos.
Gracias don Francisco , por plasmar todos estos pensamientos , aunque
de momento nada logremos.
Un abrazo.

[Francisco Escobar Bravo]

¡Si supiese usted lo que he llegado a pensar, amiga mí­a!
El caso es que ese pobre hombre está muerto y alguien ha sacado beneficio de ello, no tenga dudas.
Gracias por su visita, querida Antonia.
Besos.
Francisco