Plegaria...a quién?

[Denn]

Dios, no te molestes en verlos, tienen de sobra.
Tienen silencio de vos, tienen miedo.
Tienen vacíos, tristezas
y lágrimas en extremo.
Vos ni los veas total...
total son ellos, los menos.
Los que se mueren de hambre
desgarrándose en desvelos.
Son los que esperan por vos,
sentados en el infierno,
nada de cielo allá arriba,
pero con un cielo adentro
de angelitos pequeñitos
que se mecen en su pecho,
y con olor a lavanda
van hilvanando sus sueños,
Dios, vos cosechando almas
y sin tiempo para ellos,
que esperando tu milagro encuentran
la zaga de metal que les parte el pecho,
la máscara que los disfraza de monstruos,
y una piel finita que apenas cubre sus huesos.
Dios, ¡tienen miedo!
de esos señores de traje que tampoco
quieren verlos,
se apuran fabricando armas
les aniquilan los sueños,
y explosión tras explosión
nuestros niños van muriendo.
Pero vos Dios, explícame
¿Qué hace falta para verlos?
Es como si hubieses clonado
a las piedras para hacerlos,
y ¿te olvidaste del alma…?
¡Las vendieron al infierno!
¿Ves?
El humo de tantas bombas
les asfixia sus deseos,
y ya no lloran de hambre
pero sí lloran de miedo.
Son como un bulto de andrajos
que van poblando los suelos.
Y me pregunto yo entonces:
¿Dónde quedó ese ángel que nos das cuando nacemos?
¿Quién acompaña a estos niños en su camino hacia el cielo?
Pero míralos… ¡míralos!
¿No comprendés que son nuestros?
Son un ramito de sol que se apaga con el viento.
Que no conocen de risas,
ni de internet, ni de cuentos.
Pero les sobra experiencia:
aún sin nacer, ya son viejos…
Y están más solos que nunca
con sus llantos, sus lamentos,
la bala que los perfora,
bañando en sangre sus cuerpos.
Y ¿dónde estás vos ahora,
que ya no escuchás sus ruegos?
A la hora de la muerte,
se quedarán sin tu cielo.
Sin brazos que los estrechen
y cobijen su silencio.
Sin jazmines ni arco iris.
Sin una voz de consuelo.
Pero Dios, no te preocupes
pues ese cielo... son ellos.


Si sólo el hombre es culpable
del sufrir de estos pequeños...
Hacé un último milagro:
... y que todos sus dolores
se trasladen a mi cuerpo.

Por los niños de la guerra, a quienes les hemos robado su posibilidad de soñar, con un mundo mejor...

[Julian Lopez]

Querida amiga, cruel destino el de esos niños de la guerra, donde perdieron su infancia y su inocencia, y mientras nosotros cerramos lo ojos ante tanta injusticia

[Denn]

Sí­ Julián, demasiado cruel, es como que todo, absolutamente todo lo malo se complotara contra ellos y no tienen escapatoria posible...un horror realmente.
Muchí­simas gracias por el honor de haber leído mi poema.

Un beso grande

Denn

[Antonia Pérez Garcí­a]

¡Hola Denn!...muy buen poema, la crueldad parece ser la comida diaria de este
mundo...y los más indefenson son los niños...pero los que arman las guerra
y los martirios, parecen haber olvidado que tambien fueron niños.
Un beso grande para tí­.
Antonia.

[skyeyes]

¡Deeeennn! Aplaudo poniéndome de pié para esta plegaria poética, una denuncia de poesía social, muy bien hecha, con un ritmo atrapante desde el principio hasta el final. Cuantas víctimas cosechan las guerras, pero los más inocentes, los niños... que son enviados a ella sin decidirlo... realmente muy emocionante hasta las lágrimas lo que escribiste... ¡Sigue así por favor! Dándonos más de esto. Personalmente me encantan estos trabajos de poesía social.
Escribís maravillosamente!
¡Saludito!

[Victoria]

Amiga poeta y compatriota...me ha llegado al alma tu poema y no se
que puedo decir, en este momento no me salen las palabras,
pero si aplaudo lo que te dice Rubén Sada , está en lo cierto eres una
profunda poeta y me alegra muchísimo ...
Un beso te envio.
Victoria.