Mi amigo Ginés se ha muerto...

[Francisco Escobar Bravo]

Mi amigo Ginés se ha muerto
y se murió de repente.
Vino la Muerte y le dijo:
- Amigo, ¡qué gusto verte! -.

Tuvo una corta agoní­a,
le falló la placa base;
a él que pronto las cambiaba,
para con tal fin forrarse.

Era Ginés informático
de los de rancia solera,
pues arreglaba aparatos
de aquellos a manivela.

Mas al suyo no logró
poner piezas de repuesto.
Se le acabó la corriente,
pues fue un infarto al cerebro.

La pena es que me quedé
sin técnico y sin amigo.
Mas otros genios habrá,
él es quien más ha perdido.

[Antonia Pérez Garcí­a]

Don Francisco...lamento lo de su amigo, pero cuando la muerte llega
no mira a quien ni a cuando, sólo llega y se termina.
Un abrazo de Antonia.

[Francisco Escobar Bravo]

Y muerto el perro, se acabó la rabia.
Le aseguro, estimada Antonia, que a Ginés le hubiera hecho reí­r este poema porque era un tipo muy simpático que se reí­a por todo. Incluso pienso que le sonrió a la Muerte cuando le vino.
Gracias por su lectura, querida amiga.
Besos.
Paco