MENDIGO DE OJOS NEGROS.

[Olga San Isidro]

MENDIGO DE OJOS NEGROS

Tarde lluviosa de días infinitos,
cuando se agolpan certeros
los hados del destino,
tras el cristal de mi ventana
veo pasar un mendigo,
su espalda, va encorvada,
sus ojos, en el suelo fijos,
tiene su pelo ya canoso
con un leve aire cetrino,
y sus manos temblorosas
muy ajadas por el frío,
parecen sus pasos apagados
andar buscando cobijo,
mas su mirada ausente
nos dice de su vacío,
y que su sombra acarrea
los golpes del destino;
lentamente se paró…
como si fuera cautivo,
de esa lluvia que caía
sobre su cuerpo curtido,
y alzando hacia mi sus ojos,
negros, negros zainos,
creí sentir en mi, el dolor,
tristezas de corazón herido,
solo un instante duró
ese dulce mirar cristalino,
y cuando deslizo sus pies
me dejo un enorme vacío,
sintiendo latir mi corazón
tal si fuera un remolino
por el mendigo de ojos negros,
de negros ojos zainos.

[David]

¡Que preciosidad!

Será una coincidencia pero mi primer poema (en 1983) fue sobre mendigos que publicaré aquí­.

Felicidades.

[A. Elisa Lattke V.]

MENDIGO DE OJOS NEGROS

Un tema precioso, se puede decir que esa inspiración a pesar de ser tan triste, deja un sentimiento de intranquilidad, ante hechos de nuestra sociedad que no podemos controlar o remediar , si en nuestras manos estuviese. A veces para sentir algo más que evitara el dolor ajeno, habría que convertirse en verdaderos misioneros del Amor humano, para conseguir otros efectos beneficiosos en los demás con nuestras obras. Ya sabemos que estas cosas no nos la retribuyen más que, recibiendo de lo mismo, y sabiendo que nuestra inmolación por el bien ajeno, produce esa satisfacción de saber que el sufrimiento ajeno es menos cuando podemos hacer algo por sus vidas.

Besos, Alma. Elisa.

[Antonia Pérez Garcí­a]

¡Hola Olguita, preciosa mí­a!...Son caricias de la vida, cada uno
de los poemas.
LA ILUSIÓN DOMINA LA CREACIÓN DE NUESTRA ALMA"
Un montón de besos.
Antonia.

[Olga San Isidro]

David, gracias por estar, y decirle que ya le­í también su poema sobre mendigos.
Un saludo.

[Olga San Isidro]

Elisa, yo lo veo tan sencillo, como mirar a nuestro alrededor, no dejándonos cercenar nuestra propia visión del mundo, simplemente por apariencias.
Un beso.

[Olga San Isidro]

Antonia, un millón de gracias por tu cariño hacia mí.

[Eduardo Cortese]

Cuando escribes, parece que estas pintando. Las imágenes me vienen a la mente y es como que me deslizo por un cuento.
Maravilloso Olga.
Mis mil millones de felicitaciones.
Un beso.

[Olga San Isidro]

Gracias Eduardo, por que sé que lo dices con el corazón.
Un fuerte abrazo, amigo.