Me anidan aves...

[A. Elisa Lattke V.]

Por mi cabeza anidan aves,
y hacen ruido.
Cuando me asomo dentro
no les temo;
-Tú no las quieres
te dan miedo cuando baten sus alas...
Incesantes.

Con esta lluvia de palabras
que tamborilea en el cristal,
con poemas de enredadera
por tu ventana descolgándose;
cuando rodean codiciosos tu alma
floreciendo en mis manos,
cuando no piden permiso
cuando llegan sus palabras.

No sé si dejar de soñar
cuando asi te acaricio...
¡Qué desorden de versos en bandada!
Y es que quisiera cortar las alas de mis aves
para que no se llene tu cielo con mis vuelos;
para que no despliegues las tuyas por los sueños.
Para que no alimentemos los halcones.
Las plumas de mis alas y las tuyas
descubiertas al viento por el cielo,
nos traen amor de sentimientos
anidando marismas solitarias
y no dejan de volar por los inviernos.
Dejemos que Dios las acaricie
y le arrullen al amor del tiempo.

Llevo escondida el ansia bajo sus alas
al amparo protector donde se posan,
atisbando con el cálido velo de sus ojos
se niegan angustiadas un reposo.
Razones que alimentan,
dolores que reclaman y me habitan.
Incertudumbres viajeras sin valija.
-¡No sé por qué te hablo de sus vuelos
si son un montón de pensamientos!-
¡Pero no dejes de mirar el cielo,
cuando he echado a volar los pájaros que tengo!


Elisa Lattke

[Antonia Pérez Garcí­a]

Querida Elisa, a mí tambien...mis aves chillan mucho, pero no quieren nido
están enfurecidas haciendo estragos...ya ni siquiera las consuelo con
palabras , ni el viento con su silencio trastornado.Antes soñaba con el
alboroto de las aves y el dulzor de la miel. Ahora mantos de niebla atrapan
la belleza de un atardecer.
Magnífico trabajo Elisa.
Un beso de Antonia.

[Isa Morion]

Amiga madrileña Elisa... este poema es precioso, ME ANIDAN AVES.
cuantas cosas tan reales ya para nuestra vida.
Un placer leerte.
Cariños de Isa.

[A. Elisa Lattke V.]

No dejes que chillen , déjalas en sus arrullitos y gorjeos que vuelen...

Las mías planean sobre mi realidad , las dejo habitar en mí­.
consigue cambiar sus alas, hacerlas de seda y oro, transparentes, suaves, figúratelas en la oscuridad de la noche, antes del sueño, son como el brillo de un pensamiento de amor y esperanza. No seas negativa ni pesimista que la amargura es una soga al cuello. Es otra forma de enemigo que debilita la fuerza del justo y del que busca la verdad en la justicia. No lo olvides. Un beso. Elisa.

[A. Elisa Lattke V.]

Amiga madrileña Elisa... este poema es precioso, ME ANIDAN AVES.
cuantas cosas tan reales ya para nuestra vida."

Bueno, creo que algo resume la existencia cuando nos deja ver estas cosas con más precisión o claridad al llegar otoño, época de aguante, de fuerza moral ante la siguiente etapa...Savia interior para mantenerse firme al paso de los inviernos que faltan. Sentir es vivir pensando que todo está en su sitio y el sitio, ocupa el lugar al que pertenece nuestra vida interior e individual si es plena. Darse cuenta a tiempo es conocer la libertad que conlleva un pensamiento en vuelo y la ventaja la vemos con esto que hacemos. ¿No te parece que somos en parte muy afortunadas manteniendo un pulso firme con los sentimientos y su quimica corporal ante la impasible alma que sonríe encantandísma de estar aprendiendo...?

Un abrazo y gracias, algún día de estos quedamos y nos vemos. Un beso. Elisa.

[David]

¡Qué bonito el poema!, nunca dejes impidas a tus pájaros volas, que es muy bonito.

Saludos. David.

[A. Elisa Lattke V.]

¡Qué bonito el poema!, nunca dejes impidas a tus pájaros volas, que es muy bonito. Saludos. David.

Sí, David, eso que nos decían de niños: "Este chico/a tiene pájaros en la cabeza"...Pues creo que me lo aplico, sigo con ellos de otra forma un poco más controlados, pero me encantan sus vuelos, cantos, y gorjeos, pero sobre todo que aniden ...Aunque viéndolo bien ...te c... encima! Pero como dicen: "Sarna con gusto no pica". Ahora tengo alguno encima de los hombros, creo que piensan que soy un cable eléctrico Gracias. Elisa.

[Olga San Isidro]

Y es que quisiera cortar las alas de mis aves
para que no se llene tu cielo con mis vuelos;
para que no despliegues las tuyas por los sueños.

¡Déjalos Elisa, déjalos que vuelen! qué no haya pena en ellos, que a veces son ellos – los sueños – los que nos otorgan vida.
Un besazo para ti.