ENGRANAJES DE RELOJ

[ERNESTO WÜRTH]

ENGRANAJE DE RELOJ.

Amurallado sentimiento
alojado en los rincones
alejado y periférico
rondando en minuteros
que no cesan de girar.


Siempre llegan las mañanas
corren y corren las horas
el sol siempre aparece
prendiendo el día;
impulsa la vida
este reloj, que no para.


Ayer se quiso detener;
pensé sin pensar no querer
detener mi interior
pulsé la vida al exterior
pulsé, pensé en seguir
el minutero siguió


nada pasó, nada ocurrió;
todo siguió igual, la vida
prendida, sintonizada,
nada se movió, nadie pensé
se hubiese fijado
mirar los minuteros detenidos


rondando en minuteros que
no cesan de girar
algun día se detendrán, para
no seguir dando vueltas
y pensé, nunca lo voy a saber
cuando se paren los minuteros

[David]

Es inevitable que el tiempo deje de correr, y te aseguro, que en más de una ocasión lo deseé.

Saludos. David.

[Ligia Calderón Romero]

El tiempo como tal no se detiene aunque muchas veces he deseado que así­ sea, cuando eso suceda no lo veremos y sólo se dará una vez para cada uno, así­ que me dejan tus versos reflexionando sobre ese pararse el minutero. Grandiosos y reflexivos versos mi estimado poeta de la bella pluma.

Saludos cordiales!!
Ligia

[A. Elisa Lattke V.]

ENGRANAJE DE RELOJ.

Amurallado sentimiento
alojado en los rincones
alejado y periférico
rondando en minuteros
que no cesan de girar.


Los engranajes del reloj biológico son siempre un lío falto de aceite de amor, querido amigo. Unas gotitas aquí y allá nos ponen a punto y corren las manecillas en su danzar de giros y de horas que dan campanadas...que no nos asutemos de los años, pues si trajeran los relojes la edad de los hombres marcada, sonarían no venticuatro veces al día, sino mucho más y todos viviríamos tantas veces como el reloj sonase. Algunos lo retrasarían, otros, lo adelantarían y los habría que lo pararan de una vez hartos. Besos. Elisa. ¡Hay que tener la aceitera a mano por si acaso.