
MANDAMIENTOS DE LA EDAD
Cuando el tiempo se extinga en mis sentidos,
Y desaparezcan los caminos recorridos,
dejo a mis nietos antes de estar agonizante,
los mandamientos que la edad me ha enseñado,
envejecer purifica el alma del abuelito amado;
Transforma al hombre, así sea el arrogante.
No abandonen a sus abuelos al último rincón,
con el mejor lugar hónrenlos con adoración,
Hay muchas cosas que solo enseñan los años,
Por ello no ignoren sus incesantes consejos.
En sus arrugas están vivos sabios bosquejos,
la ayuda ansiada cuando lleguen los daños.
Déjenlos ser útiles a la manera de sus ancestros,
pués la ciencia proviene de antiguos maestros.
El corazón del abuelo se enfría por el desamor,
y a menudo olvidamos decirles que son amados.
Sin darnos cuenta a los abuelos ignoramos,
Es la prisa decimos ...cuando se pierde el amor.
Compartan sus paseos con sus abuelos,
el campo absorbe la inactividad de los años,
Duele tanto si olvidáis su piel curtida,
que brotan lagrimas secas de los muros,
se acorta el camino de los frutos maduros,
y nace un ruego a Dios...para terminar la vida.
Compartan sus risas, fiestas y esperanzas,
abrásenlos y besen sus ajadas andanzas,
ellas serán las únicas muestra de cariño,
que llevaran cuando suene la campana.
Dejad un beso del nieto en la mañana,
Porque Dios bendice la vida de ese niño.
Que sus abuelos sean los primeros en la mesa,
Y escuchen la historia de su dura empresa.
Estén pendientes del ser más dulce y puro.
No cambien sus reliquias por otras modernas,
en ellas esta el origen de sus voces maternas,
y besen aquellas manos que trabajaron duro.
Nunca comprendí estas cosas hasta que la vida me dio la oportunidad de ser abuelo...