Montes de Granada hermosa...

[Francisco Escobar Bravo]

Montes de Granada hermosa,
jazmines que hay en la vega,
ojos de mujer moruna,
al irme me voy con pena.

Tierra que vio a Federico
componiendo sus poemas,
hechizo de bellas noches,
suspiros entre tinieblas...

Es el rey moro quien gime,
quien llora, quien se lamenta,
tras su obligada partida,
despojado de su hacienda.

Esta tarde, en breve rato,
he de partir y aquí­ queda,
sin dejar amor ninguno,
el alma de amores llena.

Aguardo volver a verte
y espero que cuando vuelva
sigas tan bella y hermosa.
Adiós, Granada serena.

No me extraño de las luchas,
nada me extrañan las guerras
que mantuvieron los moros
y los cristianos, sin tregua,

por conseguir tus vergeles,
por conquistar tu belleza,
por ser dueños de tus fuentes,
de tu Alhambra, tus callejas.

Adiós, Granada, ya parto.
Veo un tren que va a Marchena;
un poco tarda añun el mí­o,
que va a tierras madrileñas.

Magerit también fue mora,
algo de tu sangre lleva,
pero no tiene el encanto
de tus mujeres morenas.

Y aunque castizo de estirpe,
por muy chulapo que sea,
siento en el alma honda envidia
de quien se queda a tu vera.

Adiós, Granada querida;
ya comprendí­ que un poeta
bajo tu sol alumbraras.
¡Que él me transmita su emblema!

[Esther Luscinda Melcón]

¡Bravo! cantas la historia mora de Granada,
muy bellamente, el moro suspiraba hondo
al tener que abandonar toda esta belleza y exquisitez,
¡Ah la Alhambra! es una maravilla del Universo,
hay que cantarle, al mismo tiempo tiempo que
el Darro le da la frescura de sus aguas cantarinas...
Muy bueno el poema, eres una buena pluma Escobar,
besitos de Esther Luscinda

[Francisco Escobar Bravo]

Muchí­simas gracias, Esther. ¡Usted sí que sabe, amiga!
Granada es preciosa y en ella reside mi mejor amigo, un sacerdote. Ya sé que esto te te extrañará, con la fama que tengo; pero es así­.
Pero lo que más me gusta de Granada, son sus monumentos vivos: ¡Las granadinas!
No podí­a ser de otra forma, ¿verdad, querida?
Gracias por elogiar este poema, escrito en la estación de ferrocarril cuando me disponí­a a volver a mi casa.
Besos.
Paco

[Graciela Soto]

Que belleza, amigo querido...y los pensamientos vuelan a mi niñez y siento a mis abuelos hablar de su tierra...y la piel se me eriza. Gracias por compartir, tanta dulzura. Cariños Poeta.
Graciela

[Francisco Escobar Bravo]

Bueno, pienso que no tendrán que volar largo trecho...
Disculpa, pero he tenido problemas informáticos y hasta ahora no he podido responderte. Pero te agradezco mucho esos elogios y sobre todo tu tiempo.
Muchos besos, querida amiga.
¡Gracias!
Paco

[Esther Luscinda Melcón]

es un romance muy bello a los <montes de Granada,
el que dejas en el foro, ya te lo conocí­a pero es
grato volver a su lectura.
Un abrazo Esther Luscinda

[Francisco Escobar Bravo]

Sí­, amiga Esther. Yo que me pensaba que lo mí­o eran los sonetos y resulta que lo que más les gusta a todos es este romancillo que escribí en la estación de Granada, mientras esperaba volver a Madrid, hace dos veranos.
Estaba acodado en la barra del bar, después de comer, y tomándome un pacharán que creo que ha sido el último que me he bebido.
La Musa me fue grata. O le gustarí­a el pacharán, supongo.
Gracias y muchos besos.
Paco

[Olga San Isidro]

¡Que hermoso canto a Granada!
Cuanto más bella suena y se lee esta poesí­a, que cualquier clase de soneto.
un saludo.

[Francisco Escobar Bravo]

Bueno, querida Olga, generalmente los poemas más bellos y más conocidos suelen ser romances o romancillos - por ejemplo, lorquiano, como es éste y no porque verse sobre Granada sino por el estilo del gran Federico - pero no te quepa duda de que la estrofa reina de la Poesí­a es el soneto; aunque muy pocos están en la memoria de la gente, por su complejidad.
Considero realmente difí­cil exponer, desarrollar y concluir una idea en solamente catorce versos no puestos a la ligera para conseguir únicamente la rima y la medida exacta. En otro tipo de estrofas, como ésta, es más sencillo porque suele haber más espacio.
Opino, modestamente y sin ánimo de sentar cátedra, que quien sepa escribir un buen soneto será capaz de escribir cualquier otra estrofa. Me podrán objetar que Bécquer nunca escribió, que yo sepa, un solo soneto y sin embargo es para mí­ el rey de la Poesí­a; que no hay poemas como los suyos, seguramente.
Pues algo le faltó, sin duda. O, muy inteligentemente, prefirió un estilo donde sabí­a que era magistral y el más grande a otro donde hubiera podido ser uno más. Eso es algo que me permito sugerirte, que escribas en la medida y en la estrofa que veas que te es más cómoda y donde creas que tu pluma brilla más; aunque alternes con otra, que suele hacerse. Pero, generalmente y como siempre digo, aprendiz de mucho equivale a ser oficial de nada. Y hay muchos poetas, los verás en los Foros, que se empeñan en cultivar diversas estrofas y en unas son muy buenos y en las otras no tanto por no decir que son malos.
Por ello, excepto raras excepciones como en esta ocasión, pocas veces me verás salirme de las once sí­labas; considero que es mi medida poética y donde puedo expresar lo mejor de mí mismo.
Pero este poema me quedó guay... ¿A que sí­?
Besos, querida alumna. ¡Vaya tí­tulos me atribuyo sin solicitar tu consentimiento!
Paco