Sueño lúgubre

[A. Elisa Lattke V.]

Sueño lúgubre


Descalza vine y me vuelvo...
¡Descalza!
Fui ávida como la flor al alba
deseosa de amor y sol
de recompensa.

Te dije la verdad, mas no creíste.
Era para ti demasiado pequeña
para seguirme esperando
con tus manos ahuecadas,
donde caben mis poemas
donde soy como agua que bebes
y por beberme, enveneno.
Seguiré viviendo de mis sombras,
no estaré en tus mañanas.

Para qué mi canto absurdo,
para qué mis pensamientos.
Para qué estos tormentos,
cieno de la vida modelado
donde te dejo mis besos.

Y qué alegría saber que nos dejamos
este espacio vacío, un regalo más
de los que ya no vuelven...

Velarás mis palabras a cada instante,
donde permanecen mis caricia muertas.
Te dejo mi vaso oscuro de la pena.
¡Bebe del mismo veneno de mis lágrimas!
Pero si no quieres morir,
protéjete de tu cielo sin luz
sin amor y movimiento...
¡Lo fui todo...
y me lo llevaré para que me sigas!
Duélete de dualidad del alma
mirándome en dos tiempos, temerosa.
¡Aún, sin conjugar el verbo!

Sin ti, amor, en este mundo,
me quedé sin nada.

Elisa Lattke
08

[Olga San Isidro]

En tus manos ahuecadas, no tan solo entran los poemas, que también cabe tu corazón y tu alma plena. ¿Cómo puedes decir, que tu cielo no tiene luz? si tu eres la luz en el.
Un besazo para ti amiga mía.

[A. Elisa Lattke V.]

En tus manos ahuecadas, no tan solo entran los poemas, que también cabe tu corazón y tu alma plena. ¿Cómo puedes decir, que tu cielo no tiene luz? si tu eres la luz en el.
Un besazo para ti amiga mía.

Necesitamos "lluvia de estrellas" como dice el poeta. Anoche por casualidad tuve en mis manos una estrella de luz... Besos. y gracias. Recibe mi beso compañera de sueños. Elisa.

[David]

La tristeza, ¡qué grande es!, y qué bellos poemas te hacen surgir.

No es la otra persona la que te falta, es ese concepto de tristeza misma la que te dirige.

No, no creas que no eres nada, porque eres verbo.

Saludos. David.

[A. Elisa Lattke V.]

La tristeza, ¡qué grande es!, y qué bellos poemas te hacen surgir.

No es la otra persona la que te falta, es ese concepto de tristeza misma la que te dirige.

No, no creas que no eres nada, porque eres verbo.

Saludos. David.

Dieremos que es su prima hermana, la melancolía, ella produce una sensación de vacío y de ese mal padecen muchos que están en este mundo de la poesía. Somos seres muy inseguros de los afectos. O soñamos demasiado con conseguir la perfección en el amor, que idealizamos el mismo tanto que nos perdemos en conjeturas, sufrimos por necesidad o la misma se adueña de nuestra alma por el amor que concebimos, porque no hallamos ese lugar equilibrado e ideal donde el goce del alma se equipare al del cuerpo... ¿Lo habrá, David o es fruto de nuestra mente ese paraiso?. Gracias. Un beso. Elisa.

[Antonia Pérez Garcí­a]

¡Hola Elisa!....¡Grandeeeeee es ese amor, con sus reproches!...
Así se deben decir los sentimientos.
Un beso de Antonia.