Llegó el amor a nuestras vidas sin mayor espera,
el día aquel cuando los Ángeles pintaron amatistas ,
flores de miel que endulzaron aquella primavera,
pétalos que Dios imaginó para los artistas.
Sembramos pétalos de amor en nuestro calendario,
llenando de emociones el alma de la abnegación,
Nuestro compromiso fue el canto de un canario,
Que plasmó en sus trinos nuestra comunión.
Serán promesas maduras nuestro mundo tierno,
Cuentas de luz que marquen huellas de serenidad,
Cuando todo sea parte de un cercano invierno,
Recordaremos los detalles del inmenso mar,
Olvidando penas que morirán de soledad,
escribiendo versos que en tu nombre haré volar.