Intenté que tu piel,
no fuera un vicio.
Más no pude.
Traté que tus ojos,
no descubrieran mis secretos.
Fue en vano.
Cada paso,
irremediablemente
va tras de ti.
A la peligrosa necesidad
de tu presencia.
Y ahora que has partido,
buscando otro sueño,
estoy perdido.
Solo me queda,
tu ausencia,
el recuerdo de tus poros,
la claridad de tus ojos
y el dolor en las sienes.
Estimado don Horacio...cuando los sentimiento se plasman de esta
forma,con ansiedad, con delicadeza,su lectura se hace elegancia.
Un abrazo y gracias por compartir sus versos.
Antonia.
Un poema... ¡ Que mágica manera de decir que estoy presente !
Horacio Montes-Bradley escribió:Intenté que tu piel,
no fuera un vicio.
Más no pude.
Traté que tus ojos,
no descubrieran mis secretos.
Fue en vano.
Cada paso,
irremediablemente
va tras de ti.
A la peligrosa necesidad
de tu presencia.
Y ahora que has partido,
buscando otro sueño,
estoy perdido.
Solo me queda,
tu ausencia,
el recuerdo de tus poros,
la claridad de tus ojos
y el dolor en las sienes.
Horacio Montes-Bradley
A veces el dolor se hace tan delicado por su naturaleza tan del asangre que se convierte en un brillante susurro como este poema, pero no deja de ser lo que es.
En cuanto al texto y la forma de interpretar el sentimiento, me ha encantado la levedad elegante en su forma. Un saludo cordial. Elisa.
*Tengo sed... y filtro mis palabras para bebérmelas en silencio.(AlattkeVa)
no sabemos muy bien cómo decir a la otra persona los maravillosos sentimientos que despiertan en nosotros y tratamos de ocultarlos para no sufrir. Algo imposible!
Un cordial abrazo
La PALABRA es la que nos hace libres,
no la amordaces.
(Maite Martin-Camuñas)