(Soneto alejandrino con estrambote)
No era ser insensible, ni hombre que no quisiera
enfrentar injusticias que asolaban el mundo,
buscaba en los caminos, el vaivén más profundo
que hiciera en nuestras vidas, nueva la primavera.
Se ciñen sus ideas cual una férrea higuera
que de su ser emergen, fuertes cada segundo
para dar a su pueblo destino más fecundo,
cuando la noche pase, luego que amaneciera.
¡Vuelva a ti la palabra!... ¡Deja tu letra impresa!,
¡Fiero empuña tu pluma!... ¡Que la verdad florezca!
¡Rompe ya las cadenas!... ¡Que la razón apresa!
No dejes que en la noche, nuestra vida oscurezca
que haya paz en la vida, llegue el pan a la mesa
y en el mundo la infancia con alegría crezca.
Tal vez cuando amanezca...
al despuntar el alba nos traigan la noticia.
y anunciará la prensa la más bella primicia.
©Roberto Santamaría