El ambiente está muy raro,
corren tiempos de penuria,
el pueblo ruge con furia
porque todo está muy caro.
Crecen las listas del paro,
la hipoteca es un asedio,
todo es malestar y tedio
en tan miserable vida.
La crisis no hay quien la impida,
ni Dios le pone remedio.
Pero existe un sinvergüenza
a quien le importa muy poco.
Él sigue haciéndose el loco
con la mayor desvergüenza.
No habrá Justicia que venza
al empresario ladrón:
En casa medio millón
le encontró la Policía.
¿Qué ha de hacer Su Señoría
si no meterle en prisión?
Luego llegará el indulto
que remedie su desgracia.
La cosa no tiene gracia
y es para el pueblo un insulto.
Pero entre tanto tumulto
ya nada resulta extraño.
Priva en España el engaño:
Cuanto más roba la gente
más parece inteligente
y mema quien no hace apaño.
La gloria es del que la busca; la suerte de quien la encuentra.
Don Francisco, es usted un genio
usa verdad y templanza, y nunca
se equivoca, el país está lleno de corruptos.
gracias por compartirlo con nosotros.
María.
Sin duda exagera usted, estimada María. Solamente aspiro a ser una persona sensata.
Me alegra que le haya gustado el poema.
Muchísimas gracias.
Besos.
Francisco
La gloria es del que la busca; la suerte de quien la encuentra.
¡Qué gran verdad, lo que usted dice!...
a mi me indigna tanto toda esta corrupción
que no soy capaz de inspirarme, solo me sale blasfemias
de mi boca. Pero leer lo que usted escribe reconforta.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo.
Antonia.
Un poema... ¡ Que mágica manera de decir que estoy presente !
Pues no blasfeme, que parece ser pecado, querida amiga.
Límitese a maldecirlos y ruegue para que la Justicia castigue sus delitos.
Muchísimas gracias por leerme y muchos besos.
Francisco
La gloria es del que la busca; la suerte de quien la encuentra.