"Madrid, te debo un poema y mucho más,
tu liturgia nocturna se viste lentejuelas."
Tus noches esperadas...
Recorrer tus caminos
donde todo es distinto,
desde Iruña hasta Oliver,
desde Toni a San Ginés.
Entre risas y bromas
nos agarra la vida,
nos vence la alegría.
Esas horas aladas
en que nada nos pesa,
olvidamos las cargas
flotamos como plumas.
Es única la liturgia de tus noches
¡Madrid!
Camino con el sol cálido
del invierno, se mezcla
el azul con el tibio color
del disco amanecido.
Fascina ver la magia
única de tu cielo.
Me muevo por tus calles,
me encuentro con el mundo.
Navego por océanos,
me baño en todos los ríos.
Anfitriona ciudad de todas
las culturas, de todos los colores.
De repente me embarga
una alegría loca
de saber que soy parte
--pequeña--
de tu inmensidad...
¡Madrid!
Tu siempre me sorprendes
-eres un buen amante--
Corazón latiente de utopías.
Estar bajo tu cielo
es tener de vecinos:
al Greco, a Goya, a Zurbarán...
¡Cuántos Madriles caben
en tu conciso nombre!
¡Madrid!
Un gran amor me diste
que me enseñó tu entraña,
reconcilió la vida
que estaba en plena guerra.
Tu generoso techo
cobijó a mis pequeños
venidos de la lluvia.
¡Madrid !
Tú me dictas caminos
para seguir amando,
me das todas las fuerzas
para empezar de nuevo.
Me moriré un otoño
bajo tu inmenso cielo.-
Viajarán mis cenizas
en busca de la bruma.
Bello, cálido y sentido poema de homenaje a Madrid,
cuyos versos llegan con intensidad al lector.
Gracias amiga Isabel por compartir tan hermoso poema.
Un fraternal abrazo
Roberto
¿Quién dijo que la poesía ha muerto?
Si por cada gusano que nace brotan dos rosas.