¡Qúe tal poeta!...
un excelente soneto que llega
a ser la absoluta verdad sobre la bebida,
las penurias y el riesgo de vida del bebedor.
Para tener muy en cuenta.
Un saludito.
María.
Bien sé de lo que hablo, querida María. Pero en esta ocasión el soneto no está referido a mí sino a un conocido, afortunadamente.
Le agradezco mucho sus elogios y, sobre todo, su tiempo, amiga mía.
Muchos besos.
Francisco
La gloria es del que la busca; la suerte de quien la encuentra.
Yo, si no te importa, prefiero brindar con Cocacola, Isabel.
Todo lo más, con cerveza con limón. De ahí no paso. Ya bebí bastante hace años.
Muchas gracias por tus simpáticas palabras, amiga mía.
Besos.
Francisco
La gloria es del que la busca; la suerte de quien la encuentra.